
Nueve bodegas de Cava de alta gama en abril de 2018 crearon la nueva marca colectiva europea Corpinnat y abandonan la Denominación de Origen Cava.
Las bodegas que han optado por desvincularse de la marca cava son la élite del sector y las más aclamadas por la crítica internacional. Entre ellas, destacan Llopart, Gramona y Recaredo, las firmas que elaboran los cavas de más larga crianza, con puntuaciones récord en las guías vinícolas.
Las bodegas que han optado por desvincularse de la marca cava son la élite del sector y las más aclamadas por la crítica internacional. Entre ellas, destacan Llopart, Gramona y Recaredo, las firmas que elaboran los cavas de más larga crianza, con puntuaciones récord en las guías vinícolas.
Corpinnat nació el pasado año con el objetivo de singularizar los cavas elaborados exclusivamente en el corazón de la comarca catalana del Penedès, una zona que consideran que tiene unas características edáficas, geográficas y climatológicas únicas y que cuenta con unas variedades de uva autóctonas que permiten elaborar unos vinos espumosos capaces de competir y mirar de tú a tú a los mejores champanes.
La palabra CORPINNAT está compuesta por dos conceptos: COR (corazón) y PINNAT, que proviene de la raíz etimológica Pinnae, que se refiere al origen del topónimo Penedès.

Para garantizar que bajo la marca Corpinnat solo se elaborarán cavas de la más alta calidad, la asociación se autoimpuso unos estándares de calidad que pueden cumplir muy pocas empresas pertenecientes a la DO Cava. Todos los socios están obligados a que el 100% de su producción sea ecológica y tenga una crianza mínima de 18 meses, el doble respecto al Cava que son 9 meses, con el compromiso de la elaboración de un espumoso que supere los 30 meses, y otro los 60 meses de envejecimiento en la cava. Además, la vendimia debe ser íntegramente manual y no puede comprarse vino base a terceros, ni elaborar marcas blancas.
